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domingo, 29 de abril de 2012

El Misterio del Elefante


EL MISTERIO DEL ELEFANTE

Cuando era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de ellos eran los animales, y dentro de ellos, mi preferido era el elefante.
Durante la función, la enorme bestia impresionaba a todos por su peso, tamaño y, sobre todo, por su descomunal fuerza.

Pero, después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, uno podía encontrar al elefante detrás de la carpa principal, atado mediante una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
La estaca era solo un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Por que el elefante no huye, arrancando la pequeña estaca, con el mismo esfuerzo que yo necesitaría para romper un palito de fósforos?, ¿Qué fuerza misteriosa lo mantiene atado, impidiéndole huir?

Tenía unos siete u ocho años, y todavía confiaba en la sabiduría de las personas grandes. Pregunté entonces a mis padres, maestros y tíos, buscando respuestas a ese misterio.
No obtuve una respuesta coherente (la edad no es un impedimento para percibir la coherencia, o la falta de ella, en lo que la gente nos dice).

Alguien me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si es cierto que esta amaestrado, entonces... ¿Por qué lo encadenan?

No recuerdo haber recibido ninguna respuesta que me satisficiese.

Con el tiempo, me olvidé del misterio del elefante y la estaca...y sólo lo recordaba cuando me encontraba con gente que me daba respuestas incoherentes, por salir del paso, y, un par de veces, con otras personas que también se habían hecho la misma pregunta.

Hasta que hace unos días, encontré una persona, lo suficientemente sabia, que me dio una respuesta que al fin me satisfizo. Me dijo así: "El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca toda su vida desde que era muy pequeño".

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño elefantito, con solo unos días de nacido, sujeto a la estaca.
Estoy seguro que en aquel momento el animalito empujó, jaló, sacudió y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo librarse.
La estaca era ciertamente muy fuerte para él.

Podría asegurarlo que el primer día ese bebe Elefante se durmió agotado por el esfuerzo infructuoso, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía... Hasta que un día, un terrible día, el animal aceptó su impotencia, y se resignó a su destino.
El elefante dejó de luchar para liberarse.
Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE HACERLO.
Tiene grabado en su mente el recuerdo de sus, entonces, inútiles esfuerzos, y ahora ha dejado de luchar, no es libre, por que ha dejado de intentar serlo.
Nunca más intentó poner a prueba su fuerza.

Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: Vamos por el mundo atados a varias (cientos) de estacas que nos restan libertad.
Vivimos creyendo que "no podemos" con un montón de cosas, simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.
Grabamos en nuestra mente: No puedo... No puedo y nunca podré.
Crecimos portando ese mensaje, que nos impusimos a nosotros mismos, y nunca más lo volvimos a intentar.
Así mismo nos atan nuestros antepasados, abuelos, con creencias, historias y traumas que van de padres a hijos, creencias fantasmales, religiosas, de adoración a santos, imágenes, el sol, la luna estrellas, Tótems, etc. Etc.     

La única manera de saber cuales son nuestras limitaciones AHORA, es intentar de nuevo, poniendo en el intento TODO NUESTRO CORAZÓN.
El Divino Maestro nos enseña en Juan 8:32  y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Jesús mismo es la verdad que nos liberta (Juan 8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.) Jesús es la fuente de la verdad, la norma perfecta de lo que es bueno. Nos liberta de las consecuencias del pecado, del autoengaño y del engaño de Satanás. Nos muestra claramente el camino a la vida eterna con Dios. Jesús no nos da libertad de hacer lo que queramos, sino libertad para seguir a Dios. Al procurar servir a Dios, la verdad perfecta de Jesús nos liberta para que seamos todo lo que Dios quiso que fuésemos.
Permitámosle a Jesús que sea Él nuestro libertador arrancando esas estacas que nos tienen atados a nuestro pasado de pecados Como nos lo enseña en 1ra. Corintios 6:9-10 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.

¡Espero que esta sencilla reflexión nos cargue de energía como para creer que en la vida no hay imposibles!

Recuerda la enseñanza Bíblica: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece Filipenses 4:13

Dios te Bendiga


lunes, 16 de abril de 2012

Cuando no hay Salida



Cuando no hay salida…
Moisés extendió su brazo sobre el mar, y toda la noche el Señor envío sobre el mar un recio viento del este que lo hizo retroceder, convirtiéndole en tierra seca. Las aguas del mar se dividieron Éxodo 14:21

     A veces las presiones de la vida son tan fuertes que nos sentimos indefensos.  Mientras tratamos desesperadamente de resolver nuestros problemas, a menudo parecen empeorar.
Sin embargo si permitimos al Espíritu Santo moverse en nuestras vidas durante tales tiempos de presión ¡veremos el poder salvador de Dios!
       Los israelitas quedaron atrapados entre el Mar Rojo y el ejército egipcio. La gente se aterrorizaba, pero Moisés simplemente levanto su vara y extendió su mano hacia el agua. Esta no era exactamente la maniobra militar que sus seguidores esperaban. Si no fuera porque Dios le dijo a Moisés que lo hiciera esta acción hubiera sido completamente inútil.
A través de la fe de Moisés el Espíritu de Dios abrió el camino hacia la libertad.
     Cuando nos sentimos atrapados, sin esperanza o con temor, no debemos dar lugar al pánico. Recordemos que Dios es infinitamente más grande que nuestras propias circunstancias.
Cuando necesitemos un milagro, simplemente preguntémosle a Dios que hacer y sigamos confiando en Él.

Podemos soportar las pruebas en esta vida, gracias a los goces de vida venidera.

lunes, 9 de abril de 2012

Una Cirugía


Una cirugía

Caminando un día triste, meditabundo, y con un gran dolor en mi corazón… Me salió al encuentro un muy buen cirujano.
Ofreció hacerme gratis una cirugía total, y como uno no recibe esta oferta dos veces, la acepte inmediatamente.

Opero mis pies. Estaban torcidos de tanto andar por malos caminos.
Opero mis rodillas. Estaban endurecidas y nunca habían tocado el suelo en humillación.
Opero mis glúteos. Habían estado sentados en silla de escarnecedores y del inocente me había burlado.
Opero mi abdomen. Estaba hinchado de tanto beber el vino de fornicación con ídolos.
Opero mi corazón. Tenía tapadas las arterias de tanto odio y rencor.
Opero mi espalda. Estaba torcida de cargar el peso de mis pecados.

Opero mis manos. Habían tocado lo ajeno.
Opero mi boca. Estaba sucia de siempre hablar lo malo.
Opero mis oídos. Estaban taponados de escuchar inmundicias.
Opero mis ojos. Estaban desviados de mirar lo que no me convenía.

Opero mi mente. Estaba hedionda de pensar lo malo.
Opero mi espíritu. Estaba dominado por potestades de maldad.
Opero mi alma. Estaba por perderse en una eternidad de fuego y azufre.

Redimió todo mi ser, sin pedir dinero a cambio, solo me dijo:
“Mi trabajo está garantizado, y solo recibo como pago tu amor, tu amistad sincera, que hables conmigo cada día sin dejar pasar uno solo, y que cuides el trabajo que hice en ti, mantenlo cada día limpio, aunque cueste, y si crees que no puedes, solo clama a Mí y Yo te responderé”.

El método que uso fue… SU ESPÍRITU SANTO.
Y todos los elementos necesarios para la operación los pago en una cruz.
También me pidió, “Si Mi trabajo te gusto, habla de Mi a todo aquel que veas que necesite una cirugía gratuita y garantizada”

Su tarjeta de presentación: Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Su nombre es: YESHUA. Jesús de Nazaret.

Su dirección: Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Su teléfono: Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

Su garantía de calidad: 2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Déjate operar por ÉL, a veces es un poquito doloroso, pero los resultados son óptimos é inmejorables.

DIOS BENDIGA TU VIDA.

RECIBE TU GLORIA SEÑOR. VEN PRONTO SEÑOR.

HAYA PAZ EN JERUSALÉN, SALMO: 122:6 Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman.


domingo, 1 de abril de 2012

Una Semana que No es Santa



Una semana que no es santa
Leamos Lucas 23:26-43
23:26 Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús.
23:27 Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él.
23:28 Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.
23:29 Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron.
23:30 Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos.
23:31 Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará?
23:32 Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos.
23:33 Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.
23:34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.
23:35 Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios.
23:36 Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre,
23:37 y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
23:38 Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.
23:39 Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.
23:40 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación?
23:41 Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.
23:42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
23:43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Pero Dios prueba que nos ama, en que, cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8

Los seres humanos tratamos de evitar el dolor. A lo que es placentero lo llamamos bueno.
Cuando la verdad duele, decidimos que debe ser malo.

La muerte de Jesús muestra cómo el pecado (nuestro vivir sin Dios) puede hacer que nos equivoquemos en cuanto a lo bueno y lo malo.
Nuestro pecado juzga a Jesús, el Inocente, como culpable. Lleva a la muerte al Dador de la vida.

En una cultura que trata de ser feliz aún si eso requiere vivir en negación, siento que necesito disculparme por esta semana.

La llamamos «Semana Santa», aunque no es santa, ya que de santa no tiene nada, solamente el nombre; observemos detenidamente lo que se hace en esta semana:
Se bebe hasta embriagarse, sin el temor de saber que al día siguiente debe ir a trabajar, se vive desenfrenadamente, dándole cabida a los más bajos instintos, se come con gula, se baila, se hacen orgias, se drogan etv.etc. En fin el comportamiento no es precisamente el más idóneo para unos días supuestamente santos, ya que en estos días se elevan las muertes por diversas índoles como asesinatos, peleas, disputas, accidentes de tránsito debido a la embriaguez, asaltos, robos, hurtos etc. Para hacer todas estas y más cosas se planifican una semana supuestamente santa.

Quizás debemos poner una etiqueta en esta semana: Precaución, semana de mucha precaución y duelo. La muerte de Jesús puede mostrarle más de lo que usted desea saber.
El Viernes Santo no se refiere sólo a la muerte de Jesús… Se trata también de nosotros/as y del costo de nuestro pecado. Esa es la verdad y no se puede negar.

Oración:
Señor Jesús, gracias por morir para librarme del pecado. En el nombre de Jesús oramos. Amén.


Reflexión: Podemos dejar de perdonar a los demás cuando Cristo deje de perdonarnos.


Dios le colme de sus infinitas Bendiciones por siempre.