FUNDACIÓN TU NUEVA ALEGRÍA

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domingo, 25 de noviembre de 2012




VIDA GOZOSA
Lectura: 1ra. Timoteo 6:17-19

17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos 18 Que hagan bien,  que sean ricos en buenas obras,  dadivosos,  generosos; 19 atesorando para sí buen fundamento para lo por venir,  que echen mano de la vida eterna.

Nuestra búsqueda de la felicidad nos lleva en muchas direcciones diferentes -vacaciones soñadas, compras, comida exquisita, ropa, amigos, automóviles- la lista es casi interminable.

Imagino que, si te anima la simple mención de compras, vacaciones, o automóviles, puedes sentir una punzada de culpa.
A menudo vemos la alegría de las cosas temporales como algo no espiritual y mostramos nuestro malestar disculpándonos por tener cosas lindas y nos disculpamos diciendo: «No me lo habría comprado, pero alguien me hizo una maravillosa oferta».
¡Como si los verdaderos cristianos jamás comieran comidas caras, condujeran automóviles modernos, fuesen a una playa a disfrutar de unas hermosas vacaciones o usaran ropa de diseñador!

Sin duda el regalo más grande que Dios nos ha dado es nuestra relación con Su Hijo Jesucristo. Es un regalo más allá de toda comparación.
Jesús prometió que, cuando permanezcamos en Él, experimentaremos el cumplimiento de Su gozo Juan 15:11 Estas cosas os he hablado,  para que mi gozo esté en vosotros,  y vuestro gozo sea cumplido y, sin ese tipo de gozo profundo y duradero, el resto de la vida es, en el mejor de los casos, algo prosaico.

Pero las Escrituras también describen el gozo del Señor en términos de cosas temporales. El gozo de «cosas» puede ser una experiencia espiritual positiva.
Cuando reconocemos que Él «nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos» (1ra. Timoteo 6:17) y que «toda buena dádiva... desciende de lo alto» Santiago 1:17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto,  del Padre de las luces,  en el cual no hay mudanza,  ni sombra de variación. Nuestros corazones deben estar llenos de agradecimiento y alabanza. ¡Esto, en sí y de por sí, es un acto de adoración! Disfruta del Dador y de las dádivas.

Reflexión: Nuestro Padre celestial se deleita en deleitarnos.

Dios es el proveedor de todo en nuestra vida, recurramos a Él con plena confianza ya que sus promesas dejadas para nosotros en la Biblia son para siempre.

Conoce más de Dios visitando nuestro sitio web en:


La cual será el bálsamo consolador y la fuente de agua viva que requiere tu vida.

Dios te colme de sus infinitas Bendiciones por siempre…

domingo, 18 de noviembre de 2012




Alzando las manos al cielo
Lectura: Romanos 8:18-27 18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. 19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; 21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. 22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23 y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos,  esperando la adopción,  la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza;  porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. 26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
Veo a niños que alzan sus manos hacia sus madres, ansiosos por captar su atención. Me recuerda mis propios esfuerzos por llegar a Dios en oración.
La iglesia primitiva declaró que la obra de los ancianos es amar y orar. De estos dos, me parece que amar es lo más difícil y orar es lo más confuso. Mi debilidad radica en no saber exactamente por qué debo orar. ¿Debo orar para que los demás sean librados de sus tribulaciones —o para que dichas tribulaciones desaparezcan? ¿O debo orar pidiendo valentía para continuar en medio de las dificultades que les acosan?
Encuentro consuelo en las palabras de Pablo: «Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad» (Romanos 8:26). Aquí el apóstol usa un verbo que significa «ayudar uniéndose en una actividad o esfuerzo». El Espíritu de Dios se une al nuestro cuando oramos. Él intercede por nosotros «con gemidos indecibles». Él se conmueve con nuestras tribulaciones; a menudo suspira mientras ora. Se preocupa profundamente por nosotros —más de lo que nos preocupamos por nosotros mismos. Más aún, ora «conforme a la voluntad de Dios» (v. 27). Sabe cuáles son las palabras correctas que hay que decir.
Por lo tanto, no tengo que preocuparme por formular mi petición a la perfección. Sólo tengo que tener sed de Dios y alzar mis manos, sabiendo que a Él Le importa. —
Al orar, es mejor tener un corazón sin palabras que palabras sin corazón.

Oremos a Dios en todo tiempo y lugar Él se complace cuando nosotros acudimos a Él en oración y ruego, no desfallezcas cuando aparentemente tus oraciones no son respondidas inmediatamente ya que Dios las responderá siempre a su tiempo, en el tiempo de Dios NO en el nuestro.



domingo, 11 de noviembre de 2012



 
AGUA DE LA ROCA
El pueblo de Israel, debido a su temor y ansiedad, "tentaron a Jehová" Éxodo Capitulo 17. Airados, y temiendo morir de sed en ese desierto caliente, amenazaron con apedrear a Moisés. La crisis apenas se describe en sus rasgos esenciales, pero el momento sin duda fue crucial. Quedó por cierto marcado en la historia del pueblo. Siglos más tarde, el Señor recordó a Israel este acontecimiento, por medio del salmista David: 

En la calamidad clamaste, y yo te libré; te respondí en lo secreto del trueno; te probé junto a las aguas de Meriba. Salmo 81:7.

Durante la Segunda Guerra Mundial, las condiciones de un pequeño poblado cristiano en la isla de Bougainville, desmejoraron en forma alarmante. Japón controlaba las islas del norte del archipiélago de las Islas Salomón. Como estaban escasos de alimentos, invadían los huertos locales tan pronto como los productos comenzaban a madurar.
Cuando comenzaron a darse casos de combate entre los habitantes locales y los invasores, los aldeanos comenzaron a temer por sus vidas. Los dirigentes cristianos recordaron una alta meseta situada en una de las cadenas de montañas. Una noche, los habitantes de la aldea desaparecieron en la jungla sin hacer ruido. 

La fortaleza de la montaña los mantuvo escondidos, y parecía que sus provisiones les durarían hasta que sus hortalizas y sembrados les comenzaran a producir.

A medida que la estación seca avanzaba, la provisión de agua comenzó a escasear. Los aldeanos buscaron una vertiente, y encontraron un lugar húmedo al pie de una pared rocosa. Se reunieron alrededor, y oraron para que saliera agua de la roca. Cuando terminaron de orar, contemplaron asombrados cómo la humedad aumentaba en forma paulatina, y luego la roca comenzó a gotear. Pronto todos pudieron comenzar a llenar de agua sus jarrones. 
Durante más de dos años, esa vertiente continuó goteando sin cesar; suplió así todas sus necesidades.

Jesús vio su oportunidad en la desesperanza humana. Los que no podían hallar esperanza para si mismos, encontraron esperanza en Él.

Tenemos el derecho de buscarle cuando estamos en dificultad. El agua que fluye en respuesta a nuestra necesidad puede ser tan práctica como las aguas de Horeb, que calmaron la sed del pueblo, o tan intangible como el reavivamiento de nuestra fe y la renovación de nuestra esperanza. 

"Aquel en quien mora Cristo tiene dentro de si una fuente eterna de gracia y fortaleza y de su interior brotarán torrentes de agua viva".  



sábado, 3 de noviembre de 2012

ALCANZANDO A LOS INALCANZABLES

La Bendita Palabra de Dios La Palabra de Dios nos habla de que en los últimos tiempos habrá una “Gran Cosecha de Almas”.
Está en el corazón de todo cristiano nacido de nuevo, alcanzar a los inconversos. Muchas de las veces, el alcance requiere mucho más que un testimonio, o argumentos convincentes.  Algunas veces, para alcanzar a las naciones necesitamos hacer guerra espiritual.

La Bendita Palabra de Dios Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pié delante del Hijo del Hombre. Lucas 21:36

Iglesia de Jesucristo Nosotros los cristianos, necesitamos ponernos a orar en serio.
Esto es responsabilidad de cada quien como individuo, y de cada una de las Iglesias Cristianas en su conjunto. Como hemos dicho, hay una falta de fe muy destructiva dentro de la Iglesia del Señor. Simplemente los cristianos están dejando de creer en un Dios amoroso, salvador. 
Un Dios que dio a su unigénito para que muchos fueran salvos. Un Dios que produce milagros a diestra y siniestra, para liberación, salvación, y sanidad. En verdad, vivimos en una guerra constante, pues al pertenecer al Reino de Dios, estamos en lucha, lo creamos o no, contra el reino de las tinieblas.  Es solo a través de la oración en que podemos aspirar alcanzar por lo menos un alma para Cristo. Si cada cristiano alcanzara un alma para Cristo, habría una multiplicación exponencial de cristianos en todo el mundo.
 
La Bendita Palabra de Dios Orando en todo tiempo con toda  oración y súplica en el Espíritu, velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Efesios 6:18

En el mismo libro de Efesios, en el capítulo 6:12, vemos que: nuestra lucha no es carnal, sino espiritualSon fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes a las que debemos atar, primero que nada, si queremos ver el alcance de almas.  La única manera de atar estas fuerzas que operan en contra de todo ser humano, es orando sin cesar en intercesión y súplica. Tenemos que poner un énfasis en nuestras oraciones cada día, todos los días, pidiéndole a Dios que, de manera sobrenatural, abra la puerta para el evangelio de la Salvación.
Debemos orar pidiéndole a Dios que su poder se manifieste de manera impactante con señales,  prodigios y milagros. No olvides orar por todo misionero, en todo país en el que el Evangelio de Jesús esté prohibido, para que Dios les de gracia y los haga invisibles ante las persecuciones y ataques.
También debemos pedirle a Dios que envíe al Espíritu Santo para que convenza a la gente de sus pecados.  Jesús nos libertó a nosotros. Jesús puede libertar a los que creemos inalcanzables inconversos si nosotros simplemente creemos que Él lo hará, si tenemos fe.

La Bendita Palabra de Dios Para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, el diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Hebreos 2:14-15

Precisamente porque Jesús terminó su trabajo, es porque nosotros ahora tenemos poder y autoridad sobre todos los poderes del enemigo, tenemos autoridad para ARREBATARLE ALMAS AL DIABLO.

La Bendita Palabra de Dios He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Lucas 10:19

Nosotros no podemos venir a arrebatarle a Satanás las almas para Cristo, si le tenemos miedo. Con esto no estoy diciendo que no tengas temor de él, pues sabemos que tiene poder para llevar almas al infierno.  Pero también sabemos que Dios nos dio la fórmula para vencer el temor a Satanás: EL AMOR. El perfecto amor echa fuera el temor. 1ª Juan 4:18

Antes de intentar arrebatarle almas al diablo, necesitamos tener el amor de Dios por los perdidos. Sin amor, no vamos a hacer suficiente guerra espiritual por ellos.
Sin amor, no vamos a “arriesgarnos”, arriesgar nuestras familias, nuestro trabajo, etc.
Satanás nos ha hecho creer que si HABLAMOS el evangelio de Salvación, seremos vituperados, corridos, encarcelados, asesinados, o simplemente tachados de locos, fanáticos, etc.  Pero eso no cambia en nada el PODER QUE TENEMOS de arrebatar almas para Cristo.

Tenemos que hacer un lado el amor “religioso” que nos hace ir los domingos a la Iglesia, dar limosnas, ayudar a alguien si, y solo si te lo pide, ¡Eso no es amor!
Debemos comenzar a amar sin medida a los inconversos. 
Por temor no oramos por las estrellas de rock, los artistas, los políticos, los satanistas, los musulmanes, los fanáticos religiosos, los drogadictos, los adúlteros, los mentirosos, las prostitutas, los que se echan varones con varones y personas de su mismo sexo y todos aquellos que por “defecto, como lo estipula la Biblia” no heredarán el reino de Dios. 
Le tenemos un temor irracional a la “revancha” del diablo, cuando sabemos, y debemos creer a ciegas, que DIOS tiene el control de nuestra vida, y que es Su voluntad que oremos por los inconversos, los inalcanzables.

Para el Espíritu santo, es “pan comido” convencer a un satanista de sus pecados. Para el Espíritu Santo ningún caso es un caso difícil. El problema no es la dureza del corazón de los inconversos, el problema es la dureza de nuestro propio corazón, quien no le cree a Dios cuando dice que Nada hay imposible par a Él.

La Bendita Palabra de Dios Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud, para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba Padre! Romanos 8:15

La gente necesita alguien que les diga que en verdad no hay razón de temer, que son libres en el nombre de Jesús, que Dios es amor. 
Existe mucho miedo en el mundo, porque no saben que Dios es un Padre amoroso.  ¿Cómo sabrán, si nadie les predica? ¿Cómo sentirán el amor de Dios, si no somos capaces de manifestarlo?
Iglesia de Jesucristo El gran llamado de la Iglesia es proclamar libertad a los cautivos. Jesús nos dijo que así como el Padre le había enviado, así mismo nos enviaba Él a nosotros. Juan 20:21

La Bendita Palabra de Dios Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.  De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidieres al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidieres en mi nombre, yo lo haré. Juan 14:11-14

Jesús mismo sabía que nuestro principal problema era, y es, la incredulidad. Simplemente no creemos que Él en nosotros, hará las obras que Él hizo cuando se paseaba por la tierra, hace 2010 años aproximadamente.
Por nuestra incredulidad, no podemos hacer las obras que Jesús hizo: Libertar a los cautivos, sanar a los enfermos, devolver la vista a los ciegos, el habla a los mudos, la vida a los muertos. 
Iglesia de Jesucristo La Iglesia, el cuerpo de Cristo, necesita arrepentirse de su incredulidad, de no seguir a la cabeza, sino a  la carne.  La Iglesia del Señor necesita pedir perdón por no hacer lo que se nos encomendó, por creer que habrá consecuencias que lamentar si cumplimos la gran comisión.
Necesitamos pedirle perdón a Dios por habernos dejado engañar por el diablo que nos quiere hacer creer que él es mayor, cuando JESÚS es mayor. Lucas 11:21-22

La Bendita Palabra de Dios Mas ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien las virtudes de aquél que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1ª Pedro 2:9

Necesitamos declarar a los cuatro vientos, libertad para los cautivos en el nombre de Jesús. Necesitamos orar pidiendo perdón, y luego tomar nuestro lugar dentro del cuerpo de Cristo. Necesitamos un mover sobrenatural del Espíritu Santo en todo el mundo, y sabemos que si nosotros nos humillásemos y buscásemos a Dios, Él abriría las puertas de los cielos para nosotros, el iría delante de nosotros peleando nuestras batallas, 2ª Crónicas 20:15

La Bendita Palabra de Dios Yo Jehová te he llamado a Justicia, y te sostendré por la mano; y te guiaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz a las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel  los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas. Isaías 42:6-7

La Luz de Dios te alumbre siempre Hermano(a), en esta hora te pido que te pongas de acuerdo conmigo y oremos juntos así:

Padre Celestial, en esta hora yo te pido perdón por todos los pecados de tu Iglesia.
Te pido perdón si no hemos sido capaces de llevar almas a los pies de Cristo.
Te pido perdón si no hemos sabido cómo predicar las buenas nuevas de libertad a los cautivos.
Te pido perdón si hemos sido insensibles a tu voz,  al urgente llamado que tu Espíritu está haciendo en todas las naciones para que nos pongamos de rodillas, que inclinemos nuestro rostro ante ti. 
Te pido perdón si nosotros como Cristianos nos hemos declarado en derrota, hemos tenido temor de represalias, no hemos sabido representarte aquí en la tierra.
Perdónanos Padre Celestial, pues nos hemos dejado engañar por el diablo. Perdona todas y cada una de las ofensas que como Cuerpo de Cristo te hemos hecho, por no obedecer a la Cabeza, Jesucristo. 
Te pido perdón por la dureza de mi propio corazón.

Padre amado, en esta hora yo te pido que renueves mi primer amor, dentro de mi corazón.
Te pido que me llenes de un amor sobrenatural por la gente que no te conoce. Que el amor eche afuera el temor, y que por el amor de Dios en mí, se cubran multitud de pecados en las personas que tú pongas delante de mí.
Te pido padre Santo, que ates toda potestad en el aire que se oponga a que la gente venga al conocimiento del Dios vivo, y que mandes un Mover de tu Santo Espíritu para que les convenza de sus pecados, y se arrepientan y vengan a ti.
Padre amado, yo me pongo de acuerdo con toda la gente que ore conmigo, y declaramos que todo esto te lo hemos pedido en el nombre de Jesús, y creemos que Jesús hará algo grande en nosotros. 
Padre Celestial, auméntanos la fe. Danos una fe inquebrantable, un denuedo para hablar,  y un amor que se duela de las almas perdidas, que interceda de rodillas.
Padre en esta hora te pido que me uses grandemente para la cosecha de almas, y que sea yo capaz de llevar almas a los pies de Cristo, En el Nombre que es sobre todo Nombre, en el Nombre de Jesucristo, amen.

La Luz de Dios te alumbre siempre Gracias Padre Celestial,  porque yo estoy seguro(a) que tú nos has escuchado, y perdonado, y lavado con la Sangre de Jesús, y nos has equipado para hacer tu obra en la tierra. Alabo tu grandeza y majestad.
La Honra, El Poder y La Gloria sean por siempre y para siempre a ti. Hosanna en las alturas Bendito Eres Señor Dios de los Cielos.
Amen.

Dios les Bendiga.