FUNDACIÓN TU NUEVA ALEGRÍA

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lunes, 1 de junio de 2015


Josué 1:1- 5  Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: 2 Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.

Introducción
Israel después de la salida de Egipto estuvo en el desierto durante 40 años, y durante todo ese tiempo estuvo viviendo en un territorio árido, poblado de serpientes y escorpiones y por más que buscaran un terreno productivo no lo encontraron, pero al otro lado del rio Jordán estaba Canaán la tierra prometida, ese lugar si era un terreno productivo, la Biblia le llama una tierra donde fluye leche y miel, en el capítulo 13 del libro de Números se describe la alta calidad de los frutos que se daban en esa tierra, la cual Dios se la había prometido a Israel.
Pero la tierra de Canaán nos muestra un lugar donde fluye leche y miel, nos muestra la abundancia de alimentos, prosperidad física y espiritual, comunión con Dios.
En estas dos tierras se nos muestran la necesidad y la Bendición, la muerte y la vida. Ahora bien entre ambas tierras, había una división una barrera:“El rio Jordán”. Dios había prometido una tierra de Bendiciones, pero para poder tomarla había que cruzar este rio Jordán.
Una de las aéreas donde nace este rio son los altos del Golán y su desembocadura está el mar muerto. O sea que todo lo que es arrastrado por estas aguas irá a dar al mar muerto, se le llama “mar muerto” porque en esas aguas no hay vida, por causa de la cantidad de minerales que posee, es diez veces más salado que nuestro océano pacifico, es por eso que el que se mete en esas aguas, flota no necesita hacer esfuerzo para nadar.
El riesgo de cruzar el Jordán era se ahogado y arrastrado por las aguas hacia al mar muerto, al lugar donde no hay vida solo muerte. Pero si no se cruza el rio Jordán, nunca se experimentara la Bendición y prosperidad. Israel tuvo que tomar la decisión entre: “Quedarse en el desierto, lugar que estaba lleno de necesidades o cruzar el rio que lleva a la tierra de Bendiciones”. Israel sabía que el desierto no era un lugar para hacer vida, solo hay necesidades, angustias, problemas, ruinas. Ello nos ilustra el pecado, vivir en él, no es tener vida, solo hay frustración, angustia, terror y espanto. Dios le ha prometido a usted un lugar donde fluye leche y miel, un lugar que está lleno de prosperidad y Bendiciones, Génesis 12:3 “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”.
Hebreos 6:13,14 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, 14 diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente. Pero para que usted pueda obtener esa Bendición tiene que cruzar su propio Jordán, en cada persona el Jordán es diferente. ¿Cuál es su Jordán que necesita cruzar para obtener la Bendición?

I.        Que significa: “Cruza tu Jordán”
Significa pasar a un nuevo nivel; significa ascender a una altura más alta.  Es decir, tenemos que dejar atrás ciertas actitudes y formas de pensar que están muy arraigadas al mundo y tomar la mente de Cristo. Pablo le dijo a los corintios “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo. (1 Corintios 2:16).
Cruzar el Jordán significa dejar atrás lo que somos, para llegar a ser lo que Dios quiere que seamos. Dejar atrás donde estamos, para poder llegar a donde Dios quiere que estemos. No podemos seguir siendo los mismos si no hemos conquistado, si es que queremos conquistar nuestra tierra prometida, tenemos que cambiar. Nuestros pensamientos tienen que morir, y los pensamientos de Dios tienen que reinar. Romanos 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Cruzar el Jordán es estar dispuestos a ser transformados por nuestro Dios en nuestra forma de pensar, hasta llegar a tener la mente de Cristo. Cruzar el Jordán es estar dispuestos a renunciar nuestros pensamientos y tomar los de Dios totalmente y por completo. Cualquier costo que paguemos por ese cruce no se comparará  con las riquezas gloriosas que nos esperan. Para Israel en el cruce del Jordán fue necesario que dejara de pensar como en el pasado y pensar como Dios, fue necesario que se depositaran completamente en la voluntad de Dios no en sus pensamientos. Dios no se iba a unir a la visión de ellos, sino ellos a la visión de Dios. Ellos tuvieron que morir por completo a sus opiniones, sus actitudes, sus costumbres, sus tradiciones, sus perspectivas, su conformismo, para llegar exaltar a Dios y Su palabra por completo en sus vidas. Fue necesario que ellos menguaran, para que la manifestación de Dios creciera, así como dijo Juan el Bautista: Juan 3:29-30 El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido. 30 Es necesario que él crezca, pero que yo mengue.

II.        Requisitos para cruzar el Jordán
La generación de israelitas que salió de Egipto no pudo cruzar el Jordán, estuvieron frente a él, pero no le pudieron cruzar. Cruzo el Jordán la segunda generación, la que nació en el desierto, la primera le faltaron requisitos, pero la segunda si los lleno. Usted no sea igual que la primera generación; si no a la segunda, la que cruza el Jordán.
La primera generación cruzo el mar rojo, pero no el Jordán. Cruzaron lo más difícil pero no lo más fácil. Es triste encontrar en nuestras vidas que hemos cruzado momentos muy difíciles y los más fáciles no estén desanimando. ¿Cómo es posible que usted ya cruzó lo más difíciles, pero porque los más fáciles lo están tirando al suelo? Hay matrimonios que han cruzados momentos muy difíciles en el pasado, y por pequeños problemas del presente están pensando en la separación. David en su adolescencia venció al gigante Goliat, pero cuando ya era grande no pudo vencer al gigante Isbi-benob, que era cuando más fuerza física tenía David.
2 Samuel 21:15-17 Volvieron los filisteos a hacer la guerra a Israel, y descendió David y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos; y David se cansó. 16 E Isbi-benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y quien estaba ceñido con una espada nueva, trató de matar a David; 17 más Abisai hijo de Sarvia llegó en su ayuda, e hirió al filisteo y lo mató…
Con ello se nos ilustras que David cruzo victorioso lo más difícil, pero lo más fácil no lo podía cruzar, si Abisai no hubiera venido a su rescate allí hubiese muerto David. Esto nos enseña que para cruzar el Jordán es necesario eliminar nuestras fuerza física y poner nuestra absoluta confianza en Dios, de lo contrario no lo cruzaremos.
En el cruce del mar rojo como del rio Jordán fue realizado por Dios, ya que nada podía oponerse al propósito de llevar a Su pueblo a la “buena tierra”. Pero, si observamos el comportamiento del pueblo en ambas experiencias, la diferencia es notable y esa es la razón por la cual la primera generación no pudo cruzar el Jordán. Analicemos el comportamiento del pueblo en el primer cruce: Frente al mar Rojo el pueblo se confunde, reclama y maldice con gran desesperación. Cuando el mar se abre, avanzan en una especie de ¡sálvese quien pueda! En ese momento del cruce era todo un caos. Al estar al otro lado, ya en el amanecer, creyeron, temieron y celebraron con panderos y danzas. (Éxodo 14 y 15). Eso es lindo, maravillo, es de felicitarles, pero, lo triste esta al entrarse en el desierto todo se les olvido y murmuraron de Dios, con ello aprendemos que tuvieron mucha emoción, y poca convicción.
Pero la segunda generación que cruza el Jordán, es un pueblo que ya no murmura, no se oyen opiniones de desánimo diciendo: “Designemos un capitán y volvámonos a Egipto, ni dicen ¿Crees tú que se abrirá este río? Simplemente avanzo en obediencia a Dios porque quería la Bendición, y al estar al otro lado no celebraron, no hubo panderos, ni danzas, ni jubileo, por lo contrario hubo circuncisión en los varones (Josué 5:5). O sea, en vez de fiesta, una dolorosa obediencia, en lugar que los hombres estuviesen listo para la guerra estaban sufriendo de dolor, con ello estaban reconociendo que no era por sus fuerzas sino por la fuerza de Dios.
Esta nueva generación está dispuesta a avanzar como un ejército preparado para conquistar lo prometido que era pelear contra todos los habitantes que ya habitaban en esa tierra, realmente la primera generación no lo hubiera logrado por su falta de convicción, pero la segunda ya sabía a lo que iba y estaba dispuesta a conquistarla. ¿Cuáles son los requisitos para que usted pueda cruzar su Jordán? Son, anhelar, desear, querer, soñar con la Bendición, de lo contrario usted no sentirá el más mínimo deseo de levantarse para cruzar el Jordán.
Salmos 42:1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Es como una desesperación querer salir de la miseria, para vivir en la Bendición, así es como Dios quiere, se requiere de sacrificio, nada llega gratis o fácil, debe de haber atrevimiento a desafiar lo desconocido, lo incierto...  
Proverbios 13:4 El alma del perezoso desea, y nada alcanza;…  Proverbios 19:24 El perezoso mete su mano en el plato, y ni aun a su boca la llevará. Proverbios 22:13 Dice el perezoso: El león está fuera; seré muerto en la calle.

III. Como cruzar el Jordán

La orden le vino a Josué fue: Levántate y pasa este Jordán tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel." No se les dio ninguna instrucción acerca de cómo habían de cruzar el rio. Dios quería que el cruce del Jordán por Israel fuese milagroso. Josué mando al pueblo que se santificase; debía poner a un lado sus pecados y librarse de toda impureza. Josué dijo al pueblo que se abstuvieran de comer por tres días, y después se prepararon para abandonar el cómodo campamento, el ejército se puso en pie de guerra listo para la batalla, el enemigo en ese momento era el Jordán y había que cruzarlo.
Los sacerdotes con el arca del pacto al frente descendieron caminando con una gran seguridad hacia las aguas del Jordán, a pesar que esa época era cuando más caudaloso se ponía el rio, era la época que menos probabilidad se tenía para cruzarlo por sus fuertes corrientes, pero Dios quería manifestar Su poder.
Usted cruzara la montaña de problemas cuando más recios se encuentren los problemas, a Dios hay que darle cuando más necesitados económicamente estemos, recordemos las viuda que dio todo lo que tenía. Isaías 43:2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Todo Israel sabía que sin la ayuda Divina no podían cruzar el Jordán por lo tanto depositaron toda su confianza en Dios. Caminaron hacia el rio en fe aun sabiendo que era la época menos probable de cruzarlo, pero aquella fe fue recompensada porque tan pronto como los sacerdotes tocaron el agua, las aguas que descendían se detuvieron mientras las otras siguieron su curso, los sacerdotes avanzaron hacia el centro del cauce, y se quedaron detenidos allí, mientras todo el ejército descendía y cruzaba al otro lado. Así se grabó en la mente de todo Israel, que el mismo Dios que abrió el mar Rojo para sus padres cuarenta años atrás era el que les había abierto el Jordán a ellos. 
Cuando los sacerdotes dejaron el centro del rio y las plantas de sus pies estuvieron en seco, las aguas aprisionadas, quedaron libres, se precipitaron hacia abajo por el cauce natural del río en un torrente irresistible.

¿Cómo usted va a cruzar el Jordán?

1. Reconociendo que hay un Dios creador y sustentador de todo cuanto existe.

2. Reconociendo su necesidad espiritual, confesando sus pecados y pidiendo perdón 1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

3. Permitiendo que Dios sea su Señor y Salvador personal. (Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;)

Cuando usted ha hecho eso en su vida sucederán tres cosas:

1.        Habrá cruzado por el camino que le lleve al perdón       1Juan 1:7,9 Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

2.        Usted habrá cruzado por el camino que le lleve a libertad de la potestad de las tinieblas Colosenses 1:13 El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.

3.        Usted habrá cruzado por el camino de muerte a vida  Juan 5: 24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.