Base Bíblica: 2da. Crónicas 26:5 Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías,
entendido en visiones de Dios; y en estos días en que buscó a Jehová, él le
prosperó.
Jesús dijo: Me
es necesario hacer las obras del que me envío, entre tanto que el día dura; la
noche viene, cuando nadie puede trabajar. Juan
9:4
Nadie puede trabajar en la oscuridad.
Cuando no tenemos luz y tratamos de trabajar, todo el tiempo estamos siendo
torpes y solo pasamos de tropiezo en tropiezo.
Querer servir a Dios en oscuridad es como querer trabajar en oscuridad.
Para poder vivir una vida completa y de victoria necesitamos encontrar nuestra
visión… Visión que nos de claridad espiritual, que encienda la Luz de Dios en
nuestro espíritu.
Por eso no importa cuan ocupado tu estés, o cuan difícil sea tu vida, no puedes
dejar de buscar del Señor, ni puedes dejar de tener visiones en tu corazón
porque de hacerlo tu vida pierde su dirección, pierde su propósito.
I. ¿Que es una Visión?
Cuando su padre murió y lo hicieron rey, Uzías solo tenia dieciséis años de
edad. Pero en el corazón de este joven estaba el deseo de servir a Dios, de
hacer Su voluntad.
Este deseo hizo a Uzías hacer algo bien elemental, se puso a buscar del Señor.
Y dice la Palabra que su búsqueda era en una forma persistente. Dios le respondió
dándole visiones. Y dice la Palabra que esta acción de Dios hacia Uzías causo
que él prosperara.
Una visión es como un sueño pero a diferencia de que la persona no esta dormida
sino despierta.
Una visión puede ser visible con nuestros ojos humanos o con los
espirituales.
Con los ojos humanos vemos la visión como si estuviese pasando delante de
nosotros en una forma real.
Con los ojos espirituales vemos la visión como si estuviese pasando en una
pantalla dentro de nuestra mente.
De cualquiera de las dos formas, la visión no es solo un deseo sino un
sentir fuerte, con mucho peso, que nos deja saber que estamos percibiendo algo
fuera de lo común, de lo normal.
El profeta Joel dijo que en nuestros tiempos esto ocurriría en forma frecuente
dentro del pueblo de Dios.
Joel 2:28 Y
después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros
hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes
verán visiones.
Volvamos a Uzías por un momento.
Uzías eran un joven con mucho trabajo delante de él. Y entendió que el propósito
de su trabajo era realizar los objetivos de Dios quien le había dado la
oportunidad de ser rey de su pueblo.
¿Como se relaciona esto con tu vida?
Si tomas un momento para meditar, te darás cuenta que tu vida tiene un propósito.
Tu existencia tiene un propósito.
Tu venida a este mundo no es una simple casualidad de reproducción. Si te
preguntas cual será ese propósito o si te encuentras en un momento de tu vida
donde las cosas no parecen estar muy claras, quizás sea a consecuencia de que
esta faltando visión en tu ser.
Esto no es algo que solo te sucede a ti, sino que muchos como tu se
encuentran viviendo en la noche en lugar de estarlo en el día.
Pero no te encuentras viviendo en la noche a causa de pecado sino a causa
de una deficiencia de tu vida como cristiano.
Al cristiano le hace falta tener visión de Dios y le hace falta renovar
esta visión con mucha frecuencia.
El faltarte visión no quiere decir que no ames a tu Padre Celestial; tampoco
quiere decir que eres nuevo en los caminos del Señor. Lo que quiere decir es
algo bien sencillo, necesitas poder ver los propósitos del Señor en tu vida,
pero necesitas poder verlos no en la carne sino en el espíritu. Y es bien
importante para tu futuro que no sigas caminando hasta encontrar tu visión.
Porque si sigues tomando decisiones sin tener clara la visión, podrías cometer
grandes errores o podrías dejar de tomar acciones que te llevarían por el camino
de una gran victoria.
II. ¿Como se Busca la Visión?
En este momento tenemos que volver a la importancia de la oración.
¿Por que falta tanta visión hoy día entre los creyentes?
Con toda sinceridad y sin ánimo de criticar, sabemos que a la mayoría de las
personas se les hace más fácil hacer cosas que tengan que ver con otras
personas.
Por ejemplo, conversar, cantar, compartir estudios, predicar, oír predicas,
visitar a necesitados. Todos estos ejemplos requieren sacrificio de nuestra
parte, requieren acción, esfuerzo. Pero se hace más fácil porque vemos a
alguien en forma tangible.
Pero la oración es algo entre Dios y yo, entre Dios y tu mismo muy
personalmente y aun cuando haya otros que también estén orando junto conmigo,
al final sigue siendo una conversación solo entre Dios y yo.
La oración debe ser un tiempo especial. Un tiempo donde yo reconozco el poder
de Dios. Lo reconozco en mi vida, lo reconozco en las cosas que están
sucediendo a mí alrededor. Pero no solo en palabrerías, no solo diciendo
palabras para cumplir con algo. Es mas un reconocimiento en el cual yo me tomo
el tiempo para testificarle a mi espíritu de cuan maravilloso es mi Señor.
La oración es un tiempo donde yo le expreso a Dios cuanto dependo de Él. De
nuevo, no solo digo peticiones de necesidades, sino que medito en como sin Su
ayuda y misericordia, yo realmente no puedo hacer mucho. Y se lo digo a Él con
palabras que nacen de mi interior, de mis sentimientos, tomo el tiempo para decírselo
no porque Él no sepa cuales son mis necesidades, sino para que mi espíritu
descubra cuanto en verdad depende de lo que Dios le de.
La oración también es un tiempo de intercesión. Porque en la intercesión se
cumple mi propósito como sacerdote del Señor. Y al interceder mi vida cobra un
valor especial. La intercesión me deja saber que por yo haber nacido ahora en
este momento hay alguien intercediendo por estas necesidades. Al interceder, ya
mi vida no vale solo por mí sino también por la vida de la otra persona o
personas.
El persistir en buscar a Dios no es solo la cantidad de horas que lo hagamos
sino con que corazón lo hacemos y en que forma lo hacemos.
No podemos ser adoradores si no deseamos pasar tiempo con Dios.
En esta búsqueda empezamos a ver visiones. Y ya las visiones no son influenciadas
por mi carne sino por el Espíritu de quien estoy con tanta insistencia
buscando.
III. El Propósito de la Visión.
2da. Corintios 12:1 Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las
visiones y a las revelaciones del Señor.
Las visiones de Dios no son para hacernos sentir superior a los demás sino para
llevarnos a un entendimiento mayor de sus propósitos en nuestra vida.
Cuando se tienen visiones, no se vive igual. Dejamos de hacer las cosas por
nuestra confianza y comenzamos a tener mas fe en el Señor. Nos podemos mover
con mayor seguridad en lo que estamos haciendo aun cuando lo visible no parezca
apoyarnos.
Una de las razones por la cual Dios dio promesa sobre los jóvenes de que estos tendrían
visiones, es para que no sean desviados del verdadero propósito de sus vidas.
Las visiones sirven para que aun viviendo en este mundo no seamos parte de este
mundo.
Cada hombre de Dios, cada mujer de Dios, tiene un propósito en el plan maestro
del Señor.
Cada hombre de Dios, cada mujer de Dios, tiene una visión que ha sido
depositada en su ser, pero necesita buscar esta visión, y que sea esta visión
la que le sirva como el mapa del terreno que tiene por delante para conquistar!
Conclusión
La visión que Dios da a sus hijos provoca un caminar de prosperidad.
Prosperidad sea en su vida ministerial, en su vida familiar, en su vida como
cristiano, en su negocio, en sus estudios, en su carrera.
Estas visiones se buscan en lo espiritual, en especial en una comunión intima
con Dios, como en oración y adoración. Pero la adoración no puede prescindir de
la oración. Aun en medio de la adoración yo le digo palabras mías al Señor, le
hablo con mis sentimientos.
En medio de la intimidad con Dios, aprendo a distinguir su voz, aumenta mi fe.
Es en la intimidad con Dios donde descubro los propósitos que tiene el Señor
conmigo.
Oremos
En esta noche yo vengo de rodillas delante de mi Padre Celestial y clamo por
una visión renovada en mí ser.
Clamo por visiones sobrenaturales que me guíen hacia el cumplimiento de sus
propósitos por medio de mi persona.
Deseo ser un instrumento de un Dios vivo que sirva de bendición para otros.
Hay decisiones que no me convienen, hay personas que no me convienen, hay
negocios que no me convienen.
Necesito una visión clara de parte de Dios para ver las cosas no en
emociones, ni tampoco en temores sino en la Verdad, tal y como son.
Hoy
yo te pido mi Dios que Tú me muestres en forma clara esa gran Verdad para mi
vida, hoy y siempre, en el poderoso Nombre de Jesús te lo pido, amen.