ALIMENTO PARA EL
ALMA
Ezequiel 3:1-3 Me dijo: Hijo de hombre,
come lo que hallas; come este rollo, y ve y habla a la casa de Israel. 2Y
abrí mi boca, y me hizo comer aquel rollo. 3Y me dijo: Hijo de
hombre, alimenta tu vientre, y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy.
Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel.
A veces la Biblia utiliza imágenes graficas para
explicar un tema; el mandato de Dios a Ezequiel por ejemplo ilustra
maravillosamente como debemos alimentarnos de la Palabra de Dios. Cuando
comemos nuestro cuerpo absorbe el alimento y lo distribuye a cada célula,
transformándose en parte inseparable de lo que somos.
La anterior es una ilustración excelente y precisa
de cómo debemos absorber e integrar la Palabra de Dios en nuestras vidas. Dios
quiere que estudiemos las Escrituras con la pasión de una persona hambrienta
por su sabiduría, poder, ánimo e incluso su corrección. También debemos
nutrirnos de la Palabra con sinceridad apasionada, permitiendo que nos convenza
de los errores en la manera de pensar, revele el pecado, fortalezca la
resolución y nos guié a una mayor obediencia a Dios.
Una
persona que tiene hambre se sienta a la mesa para alimentarse y saciar su
apetito; así deberíamos nosotros leer la Biblia. Cuando comprendamos cuan
trascendental es la Palabra de Dios tendremos hambre y pasión por ella.
Pide a
Dios que aumente tu hambre por su Palabra
Oración: Amado Dios, ayúdanos a responder a las
necesidades que nos rodean al sembrar semillas de amor. Amén.
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