Amarnos los Unos a los Otros
“Amados, armémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido
de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es
amor” (1 Juan 4:7-8 Reina-Valera 1960).
Dios es amor
y Su amor no es perecedero, sino Eterno. Las Escrituras nos revela en Jeremías
31:3 el amor de Dios hacia nosotros y nos dice: “Con Amor Eterno Te He Amado”.
Gracias Padre Celestial, gracias por amarme incondicionalmente y eternamente.
Las familias
te pueden dejar, los amigos te pueden abandonar o sacarte de su lista
telefónica o te pueden borrar de las redes sociales y dejarte de amar, en
cambio el amor de Dios nunca se acaba. Nosotros somos infieles, pero Dios
siempre permanecerá fiel. No importa que te hayas desconectado con Dios, Él
todavía sigue extendiendo Su misericordia sobre ti porque te ama. El Señor es
tu Creador y tú eres importante para Dios. “Y nosotros hemos conocido y creído
el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en
amor, permanece en Dios, y Dios en él” (1 Juan 4:16 Reina-Valera). La palabra
permanecer significa mantenerse sin cambios, en otras palabras, Dios anhela que
Sus hijos permanezcan en Su amor, sin ningún cambio que pueda afectar ese amor.
Para poder
estar conectados en la presencia del Señor, debemos permanecer en amor. Es un
amor firme que aunque sople el viento y las olas, por eso no cambia. Es un amor
inmovible, que ningún viento ni tempestad pueden hundirlo. El amor es sufrido,
es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se
envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda
rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre,
todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1Corintios 13:4-7 Reina-Valera
1960).
Permanecer
en amor significa que debo de amar a mi hermano y a los demás. 1 Juan 4:20
dice: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso.
Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a
quién no ha visto?” En otras palabras, el que ama a Dios, ame también a su
hermano.
Mi pregunta
es: ¿Por qué hay tanto berrinches y enemistad entre algunos? Es tiempo de hacer
la diferencia y demostrar el amor que por naturaleza tenemos cada uno.
Soportarnos unos con los otros y así andar en armonía. El apóstol Pablo fue más
específico cuando nos dice: “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis
como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y
mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos
en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Efesio 4:1-3).
La clave
principal de este mensaje es el amor hacia los demás, que fluya el amor de Dios
en nosotros hacia los demás, hace la diferencia. Esa actitud de amor y
compasión es la que transforma nuestra alma y brinda testimonio de Dios
dondequiera que vayamos.
Un corazón
de amor es aquel que alienta al caído, anima al cansado y brinda luz al que
anda en tinieblas.
Un corazón
lleno de amor es aquel que por más difícil que tenga el día, por eso nunca deja
de animar a su hermano.
Un corazón
rebosante del amor de Dios, es aquel que brinda palabras de Dios al que se
encuentra triste y atribulado.
Un corazón
saturado del amor de Dios, se conduele por lo que le está pasando al hermano y
ayuna y ora para que todo le vaya bien.
Un corazón
amable, se acuerda de sus hermanos y les brinda palabras de alientos. Así es
que el Señor nos quiere ver, Él desea que como hermanos nos animemos los unos a
los otros. En vez de andar con una actitud negativa y sin ningún fruto, el
Señor quiere que andemos con una actitud amable y positiva que inspire a los
demás.
Cada vez que
el Espíritu de Dios te haga recordar a algún hermano, corre y ora por ese
hermano, preséntaselo a Dios, tú no sabe por lo que ese hermano o hermana está
pasando. Si es posible, escríbele un verso Bíblico de ánimo y dile que lo ama
en el Señor.
Hoy recibí
un bello mensaje de una hermosa hermana diciéndome lo mucho que me amaba en el
Señor. Cuando leía el mensaje me acordé de las cartas de Pablo hacia sus
hermanos y del amor que él les tenía a ellos.
Voy a
compartir contigo ese mensaje para que te sirva de ejemplo y así puedas ser de
bendición a otros, el mensaje dice así: “Querido hermano que Dios me le Bendiga,
no sabe cuánto le amamos y lo extrañamos. Nos recordamos de su dulzura y
sonrisa y mirada de autoridad con compasión. No olvides que usted es un varón de
Dios y que donde Dios lo lleve siempre va a ser usado con poder. Usted es un
ejemplo a seguir. Abrazos”.
Gracias
hermana por esas bellas palabras de aliento. El fluir del amor de Dios en
nosotros es el que restaura y transforma nuestra alma y nos hace crecer.
Hermanos, sigue el ejemplo, ora por tu hermano en tus oraciones y cuando sea
posible, mándale un mensaje de Dios a su vida, con esa actitud compasiva lleva
frutos y hace la diferencia. El Señor te ama con amor Eterno. Yo también te amo
en el amor del Señor.
“Antes sed
benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios
también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:32).
“Pero Dios
demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores,
Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8).
La Palabra
de Dios dice, “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo Unigénito,
(Jesucristo) para que todo el que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida
eterna” (Juan 3:16).
Dichoso el
hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de
los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del
Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la
orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se
marchitan. Salmos 1:1- 4 Nueva Versión Internacional (NVI)
Reflexión
La palabra
de Dios está llena de enseñanzas y consejos. Enseñanzas que si la seguimos
cosecharemos muy buenos frutos. Mira lo que nos dice en 2 Timoteo 3:16-17 (NVI)
acerca de la palabra de Dios “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil
para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a
fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.”
Deleitémonos
en la palabra de Dios, meditemos en ella de día y de noche, son muchas las
promesas que encontramos en ella. Vivámosla a plenitud.
Mi Oración
Señor, Dios
de la creación, gracias por Tu Santa Palabra, ella cada día me instruye y me
llena de sabios consejos para vivir de manera justa. Ayúdame a guardarla para
agradarte en todo. Ella es lámpara a mis pies que guía mis pasos. Oro en el Nombre
de Jesús. Amen.
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