Fortaleza
indiscutible
Juan 15.1-7
15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es
el labrador.
15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto,
lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más
fruto.
15:3 Ya vosotros estáis limpios por la
palabra que os he hablado.
15:4 Permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid,
así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos;
el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de
mí nada podéis hacer.
15:6 El que en mí no permanece, será echado
fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y
arden.
15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras
permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece.
Filipenses 4.13
UNA mañana, observé por la ventana las plantas de
lirios dobladas por el aire y la lluvia de la noche anterior.
Las miré recostadas sobre las ramas de unos pinos.
Se mantenían fuertes, las flores vivas y con algunos botones a punto de brotar.
Comparo los lirios con mi vida cristiana. Muchas
veces, doblegada por las circunstancias, parece que voy a desfallecer y que en
cualquier momento voy a terminar en el suelo. Sin embargo, me mantengo como
aquellos lirios: fuerte, resplandeciente, lleno de vida, recostado en los
brazos fuertes de mi Salvador.
Me siento lleno de fortaleza, de paz y con la
seguridad de que sólo con la ayuda de Cristo puedo sobrevivir.
Dios me ayuda a mantener mis raíces en la fuente del
agua de vida eterna. Dios prepara la milagrosa tierra, que es su Bendita
Palabra, en mi corazón para que siempre haya botones que se abran para dar
testimonio de su amor; y para que aquellas personas que no le conocen, puedan
ver que en Cristo todo lo podemos vencer.
Oración:
Amado Dios, gracias por ser
nuestro amparo y fortaleza en todo momento. Gracias porque eres real, porque te
podemos tocar en los momentos de necesidad y nos das la seguridad de tu
presencia siempre. En Jesús. Amén.
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