Tenemos que sacrificarnos
“Todo aquel que lucha, de todo se
abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero
nosotros, una incorruptible”. 1 Corintios 9:25
Las cosas
que valen, cuestan, si quieres progresar en cualquier área de tu vida tienes
que estar dispuesto a hacer un sacrificio.
Las personas
de alto rendimiento en lo que hacen se comportan como atletas, están dispuestos
a abstenerse de un montón de cosas en pro de alcanzar un objetivo.
Por eso las
personas que logran resultados extraordinarios, los logran debido al extra que
realizan en su vida.
No te
olvides que lo que convierte a una persona ordinaria en extraordinaria es,
precisamente, el extra que realiza en su vida.
Para
crecer en tu vida espiritual necesitarás dedicar tiempo devocional.
Para
crecer en tu trabajo necesitarás adquirir nuevas habilidades.
Para
crecer en tu profesión necesitarás un mayor nivel de capacitación.
Para
crecer económicamente necesitarás ahorrar más y consumir menos.
Para
crecer en tu vida familiar necesitarás más comunicación y menos televisión.
Por eso
préstale atención a la utilización de tu tiempo, al cuidado de tu salud, al
desarrollo de tu vida espiritual y a tu dedicación familiar, y no dudes en
sacrificarte en pro de estos principios.
Pregúntate
cuál es el precio que tienes que pagar para alcanzar aquello que quieres
lograr, y disponte a actuar en consecuencia.
Si Dios te
ha dado una palabra rhema es porque quiere que eso se vea cumplido en tu vida,
para Su Gloria y tu Bendición.
Pero
recuerda siempre que junto con la rhema hay que tomar el remo y ponerse a remar
hasta que la rhema se haga realidad en nuestra vida.
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