FUNDACIÓN TU NUEVA ALEGRÍA

FUNDACIÓN TU NUEVA  ALEGRÍA
Conoce la Fundación Tu Nueva Alegría

martes, 2 de septiembre de 2014

CÓMO TENER UN HOGAR FELIZ

(Lea en su Biblia 1ª Corintios Capítulo 13)

¿Qué es el amor?            

               Todo el mundo está buscando desesperadamente una solución a los problemas del hogar moderno. Las estadísticas demuestran que las separaciones y  divorcios aumentan constantemente. Cantidades de artículos en revistas y periódicos analizan y diagnostican el problema del hogar en nuestros días.

               Todos deseamos tener un hogar feliz.
 Únicamente un loco alegaría que se casa para ser infeliz.   Y el secreto  de un hogar feliz – si es que se lo puede llamar secreto – se  encuentra en la Biblia, el libro más maravilloso de la historia.

                La Biblia enseña cómo alcanzar un hogar feliz y nos da normas y leyes para vivir según el plan Divino. Cristo morando en el corazón del hombre y la mujer: he allí el fundamento para un hogar feliz.

PARA ELLA


              ¿Mujer perfecta? Nadie debe esperar la perfección.  Somos pecadores débiles e imperfectos. Muchos hombres demandan de su mujer la perfección que ellos mismos están lejos, muy lejos de poseer.

               Sin embargo la Biblia señala principios que, si la esposa practicara, la acercarían al ideal más elevado que el corazón humano puede esperar aquí en la tierra.

                En primer lugar, la BIBLIA enseña que en el matrimonio debe haber sumisión mutua: “Someteos unos a otros en el temor de Dios” (Efesios 5:21). El amor produce sumisión a la otra persona; del esposo hacia la esposa y viceversa, de padres y de hijos.
Tal sumisión indicará un espíritu humilde y la presencia de Cristo en el corazón.

                En segundo lugar, la Biblia declara en Efesios 5:22-23 que la esposa debe sujetarse a su marido como al Señor. Ella no debe tomar la delantera y dirigir las situaciones en el hogar, sino que debe sujetarse a su esposo como si se sujetara al Señor.
 Por cuanto el esposo ha sido indicado por Dios como cabeza del hogar, la esposa está sujeta al él.

                 En tercer lugar Efesios 5:33 la Biblia le dice a la esposa que tiene que respetar a su marido. El respeto tiene que ver con la actitud del corazón. No es tan sólo el respeto externo sino también un aprecio interno; es un sentido de gratitud a Dios por haberle dado ese hombre para compartir la vida.

                  En cuarto lugar, la Biblia enseña que la esposa ha de ser pura: “...  para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabras por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa:” (1 Pedro 3:1-2).
Hay que cortar por lo sano con afectos divagantes y codicias secretas e impuras. La pureza no se fabrica, sino que Cristo la hace nacer en el corazón. Y tal pureza se demuestra en las palabras, las miradas, el vestir y las acciones. La mujer que quiere un hogar feliz habrá dedicado a su esposo su ser más íntimo.

PARA ÉL


                  A usted marido, la Biblia le dice algo asombroso: “...porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.” (Efesios 5:23). Esto significa que usted, como esposo, es símbolo de Cristo   en su familia. Usted es cabeza del hogar, y en  particular de su esposa. Ahora bien, ¿qué quiere decir ser cabeza y ser símbolo de Cristo?

                 En primer lugar, significa que el marido debe practicar un amor sacrificial.  La Biblia afirma que “Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella.” ¿Ama usted a su esposa hasta el punto de entregarse en sacrificio por ella?   
En el hogar feliz, el marido ama a su mujer semana tras semana, mes tras mes, año tras año. Y la ama tanto o más que en la noche de bodas, porque en el hogar cristiano el amor crece y se hace cada vez más profundo. El esposo siempre debe amar a su esposa como lo prometió cuando se casaron.   ... hasta dar su vida por ella.

                  En segundo lugar, al ser símbolo de Cristo el esposo piensa en su esposa.  Cristo espera que yo, como esposo, piense en mi esposa y tenga para ella los planes más dignos. El esposo demuestra su amor siendo confidente, compartiéndole sus planes, sus luchas, sus anhelos y todas sus alegrías.

                  En tercer lugar, ser cabeza significa que el marido procura embellecer a su esposa porque la ama. El corazón alegre de una mujer que sabe que su marido está enamorado de ella, hermoseará su rostro. Una mujer amada es una mujer bella.

                  En cuarto lugar, el marido que ama a su esposa la sustenta y la cuida. Es su responsabilidad mantener a la familia, además de cuidarla con toda la pasión y fuerza de su ser.

                   En quinto lugar, el marido que ama a su esposa, vive con ella “sabiamente”    (1ª Pedro 3:7). Esto significa que el marido debe comprender a su compañera. Aunque nunca conoceremos totalmente a nuestra esposa en lo más íntimo de su corazón, podemos esforzarnos por comprenderla y vivir con ella según el grado de conocimiento que alcancemos.

                    En sexto lugar, la Biblia exhorta a los maridos: “Dando honor a la mujer como a vaso más frágil” (1 Pedro 3:7).  Jamás se ría ni se burle de ella ante otros. Ella merece todo el honor y el reconocimiento de su esposo. Por lo tanto, demuéstraselo todos los días.
El honrar así a su esposa traerá alegría a su corazón.

PARA LOS DOS

               De  vez en cuando salga a pasear con su esposa y tómela de la mano o del brazo, como cuando eran novios. Esto ayudará a que ella se sienta rejuvenecida, llena del amor y la galantería de su marido. Sea cortés con su esposa todos los días; de vez en cuando, llévale un regalito.

               Y usted, esposa, renueve también los votos que un día hiciera a quien hoy es su esposo. Esté esperando su regreso del trabajo todos los días. Arréglese, póngase su perfume favorito, y espéralo con una sonrisa y con esa comida que a él tanto le gusta. Y ésta también será su felicidad si hace  feliz a su marido.

AMOR Y PERDÓN


            La honestidad entre esposos es esencial. En realidad, es un factor que salva al hogar de mil tristezas y tropiezos. Dicha sinceridad a menudo creará la necesidad de que se perdonen las faltas mutuamente. En las escrituras leemos: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” (Efesios 4:32)

            ¡Qué perfume sin par es decir: PERDÓNAME¡  ¡ HICE MAL ¡ Al recordar cuánto le ha perdonado Dios, le resultará más fácil perdonar a los miembros de su familia.

            El ambiente de un hogar se nota rápidamente al entrar en él, y se puede advertir con facilidad si hay o no amor. Si los miembros de una familia, en particular el padre y la madre, están llenos del Espíritu Santo, estarán también llenos de amor. La manera de crear un ambiente de amor  es estar lleno y controlado internamente por Cristo. De esa manera demostraremos amor en cada paso y circunstancia.

FUENTE DE PUREZA EN LA VIDA DIARIA


                  Un viejo dicho afirma:”Una mente vacía es un taller de Satanás.”

                 ¿Qué clase de lectura se practica en su casa? ¿Qué tipo de revistas hay en su hogar? ¿Qué películas se permiten ver ustedes como familia? La mente humana nunca está totalmente vacía. O está llena de pensamientos nobles, positivos, puros y santos, o bien está llena de pensamientos impuros, degradantes y pecaminosos.

                 Por regla general nuestra mente no produce pensamientos buenos sino malos.  Sin embargo, hay una hermosa fuente de ideales y pensamientos llenos de pureza: la Biblia, la Santa Palabra de Dios. La Sagrada Escritura es el mejor consejero para los padres, para los cónyuges y para la relación entre padres e hijos. No hay libro en todo el mundo  que se compare con la  Biblia.

               Nuestras mentes, como individuos y como familia, deben estar empapadas de la Biblia y de su enseñanza.  Llene la mente de sus hijos de las historias y lecciones Bíblicas. 
Nunca se cansarán de ellas, y jamás se arrepentirán de haber aprendido demasiado de la Palabra de Dios. Esposo, esposa, llenen sus mentes de las riquezas halladas en la Biblia.
Acostúmbrense a hacerlo juntos y luego oren juntos.  Verán que bendición preciosa.


CÓNYUGE  INFIEL


                    Los esposos deben ser totalmente fieles el uno con el otro. “No codiciarás” es el mandamiento Divino para el hombre y la mujer.  Si hay una sombra de infidelidad en el corazón, si hay pecado contra Dios y contra el cónyuge en cuanto el sexo, se están comenzando a echar cimientos que destruyen un hogar feliz. La inmoralidad sexual está terminantemente condenada por Dios.

                     En realidad no hay excusa alguna para la inmoralidad. “No cometerás adulterio.” “No codiciarás la mujer de tu prójimo.” El mandamiento es concluyente. No se debe codiciar en pensamientos, palabras ni en acciones. Dios honra la fidelidad, y  dicha fidelidad es parte de la felicidad en la vida de casados.

CRISTO EN SU CORAZÓN ES EL SECRETO


                   Cristo quiere entrar en su hogar, quiere compartir su mesa, cuidar de sus hijos; quiere ser parte de su familia, Bendecir y  guiar el futuro de cada uno.

                    Amable lector, si en su vida hay pecados en relación a su hogar, a su esposo, a su esposa, contra sus padres o sus hijos, reciba a Cristo en su corazón por la fe. Dios hace una grandiosa promesa a todo aquél que desea un hogar feliz:  “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa”  (Hechos 16:31).
                  Si el padre recibe por fe a Cristo en su corazón como Salvador, la madre hace esa decisión y los hijos también, su hogar será un hogar feliz.

                  Cristo es el secreto de la felicidad, y Cristo debe estar en cada integrante de la familia. Él debe ser Salvador y Señor  de la vida diaria. Cuando Cristo entra en el corazón el hogar es feliz, es un pedazo de cielo en la tierra, porque la felicidad  real está en Cristo Jesús. ¿Está Cristo en su corazón? ¿Es su hogar un pedazo de cielo? ¿Están todos en su hogar compartiendo ese pedazo de cielo? Quiera Dios que así sea. Y que tu hogar feliz,  junto con el mío y el de muchos otros, haga de nuestra patria una patria mejor. El cambio en la sociedad  comienza con el cambio en el individuo y en su hogar.

           ¡¡ Revolucionemos nuestro mundo con hogares donde Cristo sea Rey y Señor!!

         No obstante, toda familia  -aunque sea una familia cristiana-  tiene luchas y momentos difíciles. Vivimos en un mundo corrompido por el pecado, donde nadie está libre de problemas. Dificultades económicas, desempleo, separaciones forzadas por las circunstancias, muerte de un ser querido, decisiones que a veces resultan desagradables.
Todos sufrimos tensiones y también las provocamos.  Hay que recordar las palabras del Señor Jesús cuando previno a sus discípulos: “En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo.”    (Juan 16:33)

                    Ahora bien, si quiere una familia alegre, feliz y armoniosa, las cosas no sucederán instantáneamente de la noche a la mañana. Debe buscar y procurar la felicidad conyugal y familiar. Debe dedicar tiempo a los suyos. La familia feliz es el resultado de la dedicación de los esposos a la búsqueda de la armonía familiar en Cristo. Por lo  tanto, ocúpese,  trabaje con ahínco,  asuma su responsabilidad,  ponga a Cristo en el centro de su hogar (leyendo Su Palabra, creyéndola y obedeciéndola),  y pronto se verán los resultados.

                   Que Dios Bendiga su hogar en este día y para siempre.

                 Si usted todavía tiene dudas sobre su propia salvación, le invitamos a que tenga una experiencia personal acerca de la salvación. Confiese sus pecados a Dios, confíe en el  perdón que da Jesucristo y reclame por fe la promesa del perdón y la vida eterna.  
Esté seguro que Dios le dará lo que ha prometido.

          Para ayudarle en esto, le invitamos a que ore con toda sinceridad la siguiente oración, o una oración suya semejante:

                   Amado Dios, yo confieso que soy pecador y que necesito tu perdón.  Siento dolor verdadero por mis pecados y te pido con humildad que me perdones y me limpies.              
Sé que Jesús murió en la cruz en mi lugar y que resucitó  por mi salvación. Por fe acepto de Ti el don de la vida eterna y con tu ayuda prometo servirte mientras viva. Oro en el nombre de Jesús.   Amén.

                      La  Biblia dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” Juan 1:12



No hay comentarios:

Publicar un comentario